sábado, 22 de febrero de 2020

EL PAGO A DESTAJO

El pago a destajo designa la práctica consistente en remunerar a los trabajadores por unidad de obra realizada o servicio prestado (por ejemplo, se fija una cantidad determinada para pagar un número previamente convenido de camisetas o ladrillos producidos), en vez de remunerarlos sobre la base del tiempo empleado para desempeñar su trabajo1.

Las modalidades de pago a destajo suelen utilizarse en ciertas industrias u ocupaciones en que, por su índole, el trabajo es repetitivo y los trabajadores tienen un alto nivel de control sobre los resultados. Pueden citarse, por ejemplo, tareas como la recolección de hojas de té, la poda de árboles frutales, la clasificación de libros de segunda mano, la confección de prendas de vestir o la conducción de vehículos evaluada por kilómetro recorrido. Es también frecuente que se remuneren a destajo los trabajadores en su domicilio y otras personas que prestan servicio en instalaciones distintas de las del empleador.

En los países en desarrollo, los trabajadores que dependen de un salario a destajo suelen encontrarse en situación de vulnerabilidad y constituyen un segmento laboral ocupado en gran medida en la economía informal. Un gran número de estos trabajadores son mujeres. El pago a destajo también es frecuente en industrias como los textiles, las prendas de vestir, el calzado y el cuero, y en las cadenas mundiales de suministro.

La regulación del pago a destajo

Bajo ciertas condiciones, el pago a destajo puede ser beneficioso tanto para los empleadores como para los trabajadores. Dicho esto, ello supone que la manera de calcular la remuneración por cada pieza producida o tarea realizada arroje resultados equitativos para ambas partes: si el salario es demasiado bajo, cundirá el desánimo y los trabajadores afectados cumplirán largas jornadas laborales y, en última instancia, tal vez se sientan agotados por el sistema.

Asimismo, pueden surgir problemas de salud y seguridad en el trabajo cuando, por ejemplo, los conductores de taxi tengan que trabajar muchas horas para obtener el ingreso que les permita llevar una vida digna. Por otra parte, si el nivel de la remuneración no es razonable para el empleador, su empresa puede quebrar.

Para ser justos y eficaces, los sistemas de pago a destajo deben ser transparentes, remunerar a los trabajadores con importes acordes con la dificultad y la calidad de su trabajo, y permitir que los trabajadores motivados puedan ganar mucho más que el salario mínimo.

Muchos países regulan el pago a destajo y el trabajo por obra realizada o servicio prestado:
  • En varios países, la legislación estipula que las tasas de pago a destajo no pueden ser inferiores al salario mínimo aplicable. En estos países, los trabajadores sujetos a un sistema de pago a destajo deberían, por lo menos, ganar el salario mínimo. Cuando no sea así, el empleador deberá abonar al trabajador la diferencia entre lo que ha ganado y la cuantía del salario mínimo.
  • En otros países, la legislación prevé la posibilidad de fijar salarios mínimos específicos para los trabajadores a destajo, según cuantías que se definen con respecto a la producción de una cantidad preestablecida de unidades. Por ejemplo, en el estado de Madhya Pradesh (India), el sistema de salario mínimo a destajo para las personas que confeccionan los cigarrillos bidi (enrollados a mano) garantiza una remuneración mínima semanal de al menos 5.600 bidis por semana. Los trabajadores también tienen derecho a percibir ese salario mínimo cuando las materias primas que se les suministran resultan inadecuadas para enrollar dicho número de bidis. Sin embargo, el salario mínimo garantizado no se paga cuando el incumplimiento de la meta de 5.600 bidis es imputable al trabajador.
  • En algunos países, existe la obligación de pagar un "salario justo" a los trabajadores a destajo. En el Reino Unido, el trabajo a destajo sólo se puede utilizar en muy pocas situaciones, cuando el empleador no sabe cuál es el número de horas que una persona dedica a su trabajo (como ocurre, por ejemplo, con algunas categorías de trabajadores a domicilio). Si un empleador establece un horario de trabajo y los trabajadores tienen que entrar y salir del lugar de producción, esto cuenta como tiempo de trabajo, no como producción (véase el recuadro 2).


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